Vistas de página en total

domingo, 20 de noviembre de 2011

Ley de dependencia, baremo, copago y.......

Hoy ya es día 20, dentro de unas horas votaremos un nuevo gobierno. He estado mirando los programas electorales en materia de dependencia esperando que algún partido me sorprenda pero no he encontrado más que vaguedades. Ninguno de ellos sabe qué hacer. La ley de Dependencia era necesaria, nadie va a renunciar a su aplicación pero casi todo el mundo está de acuerdo que hay que reformarla. Por un lado como profesional de un centro no me gusta nada el baremo que se emplea, se hizo para medir la dependencia de personas que vivían en sus domicilios pero se aplica a diario a personas institucionalizadas y se pervierte. Para qué hablar de los ancianos dependientes con enfermedades mentales incipientes. Se pregunta si son capaces de vestirse y claro que se visten pero después de que alguien supervise correctamente sus prendas, el valorador pone entonces que precisa ayuda y la verdad es que es un dependiente total. Si lo que se pretende medir es la ayuda que precisan en tiempo, es mucho mayor que la de alguien a quien vistes totalmente, eso no cuenta. Hablemos de los dependientes con sondas vesicales o anasogástricas, el baremo considera que por tenerlas necesitan menos tiempo de ayuda y en consecuencia su prestación es más baja económicamente. Pues bien estas personas necesitan un tiempo y un cuidado mayor, hay que darles el alimento de una manera mucho más pautada profesionalmente, hay que limpiarles las sondas, hay que vigilar que no se las arranquen pero para la ley de dependencia nunca son dependientes totales. Estos son algunos pequeños apuntes de la perversión del baremo. Si todo esto no bastara el tema de la valoración económica es un tema de descontento general. Una gran mayoría no está de acuerdo en que se pague por cuidar a los dependientes en sus casas de la manera que se está haciendo en estos momentos pero nadie le pone el cascabel al gato. El sistema de copago no está funcionando correctamente, no es justo ni adecuado. No paga el que más tiene ni recibe más el que más necesita. Pasado mañana es más que probable que amanezcamos con un nuevo gobierno que por razones económicas, entre otras, va a revisar la sostenibilidad de la ley, sólo espero que lo haga con justicia y equidad.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Inspecciones en los centros

Hoy he ido a entregar la documentación que me había requerido la Gerencia de Servicios Sociales de nuestra provincia en su inspección anual. Confieso que me he enfurruñado fotocopiando documentos que son iguales que el año pasado e incluso lo he comentado con ellos. Todos los años nos hacen una visita, ven el centro y posteriormente nos piden la documentación que ellos consideran oportuna. Siempre ha sido así, al menos los años que llevo en este Centro. Comento este tema porque no acierto a comprender cómo es posible que hace unos meses se tuviera que cerrar una casa-vivienda en la provincia cuando un familiar denunció irregularidades, y al menos en la prensa, se leyera que no se había inspeccionado en dos años.
Pero si esto no bastara, me causa mayor asombro leer las condiciones en las que estaban los ancianos que allí vivían: residentes durmiendo en sofás, solos por la noche, faltos de higiene, con una avería que impedía tener agua corriente en alguna zona y ocupando el doble de plazas que tenía la casa. Yo me pregunto: ¿Cuánto tiempo han estado en ese estado? ¿no veían esto todos los familiares?, cuando ingresaban ¿no se les enseñaba la habitación y el centro? ¿No iban a visitarlos sus familias?
No he leído nada del precio que se les cobraba por vivir en esas condiciones pero puedo sospechar que debería ser bastante más bajo que en otros centros y que esta pudiera ser la razón de ese silencio por parte de los familiares. ¿No se preguntó nadie, si era más barato, cuál era la razón? ¿o es más cómodo y barato cerrar los ojos? La fiscalía ha actuado pero no solo debería hacerlo contra los responsables del centro, sino contra los familiares que han permitido que sus mayores estén allí.