Funcionamiento y reflexiones sobre la vida diaria de una residencia para personas mayores.
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lunes, 25 de mayo de 2015
El voto en las Residencias
Estos días estoy escribiendo sobre nuestros últimos avances en la implantación de la AICP, sin embargo hoy lo dejo aparcado para hablar de otro tema que me tiene un poco indignada. Ayer fueron las elecciones y he leído muchas noticias de supuesta manipulación del voto de las personas mayores en las residencias. ¡Haberla haila! pero no confundamos las cosas, no mucha más manipulación de la que se ejerce con cualquier persona mayor en su domicilio. Se dice que van de las residencias con el sobre preparado y no se dice que casi todas las personas mayores llevan el voto desde sus casas y no hacen uso de las cabinas, por múltiples razones. Con frecuencia ven mal, confunden las papeletas y les agobia meterse en la cabina y no digamos si van en silla de ruedas. Incluso hay gente que no sabe casi leer ¿no tienen derecho a votar? Si en una residencia alguna persona mayor que no tiene a su familia cerca, pide ayuda ¿qué debemos hacer los profesionales? ¿Negársela? En mi centro dos personas nos pidieron ayuda, no para preparar las papeletas, sino para ir hasta el colegio electoral. Ayer les acompañó una auxiliar, una iba en silla de ruedas y las dos llevaban ya su voto preparado. Cualquier persona pudo decir que nosotros estábamos llevando a gente a votar de forma maliciosa. Hay quien me decía esta mañana que las personas mayores de residencias no están en plenas facultades y ¿todas las personas mayores que viven en sus casas, sí? Una persona mayor que llegue de su domicilio con el sobre preparado ¿no sería sospechosa también? Estamos alimentando que una persona mayor institucionalizada siempre está manipulada y eso como profesional me indigna. Cualquier persona mayor tiene derecho a expresar su voto, esté donde esté. Nosotros tenemos la obligación de facilitarle ese derecho. He visto varios vídeos de mesas en las que apoderados e interventores se abalanzaban sobre los mayores votantes intentando dilucidar si la persona era o no capaz de emitir el voto. No me ha gustado la escena, aun admitiendo que alguno haya sido manipulado, ese no es el procedimiento. Para las próximas elecciones propongo que haya un forense en cada colegio electoral y que examine a cualquiera que vote, tenga la edad que tenga y venga de donde venga. Empezamos dudando del voto de los mayores y terminaremos escogiendo a los votantes.
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La cuestión es cuando una o más, personas mayores, son acompañadas por una monja, quién lleva sus DNIs y sus papeletas.
ResponderEliminarCuando el interventor pregunta a esas personas como se llaman, éstas no lo saben. No saben responder ni como se llaman, ni que partidos se presentan, ni nada de nada.
Se debe admitir el voto de esas personas en este caso??? Esa es la cuestión.
Por cierto...es un caso real de estas mísmas elecciones.
Un saludo.
Efectivamente esos casos los hay, pero no por ello se debe convertir en sospechoso cualquier voto de una persona que esté en residencia y vaya acompañada. Habría que hacer la estadística de las personas que van a votar con sus familias y tampoco saben cómo se llaman. He visto vídeos donde se abalanzaban los apoderados sobre las personas mayores de centros, haciéndoles todo tipo de preguntas sin casi dejar casi ni que respondan. Me parece lamentable el espectáculo y sin embargo no he visto ni una sola noticia donde un apoderado o interventor cuestione a personas que van acompañadas por su familia. No me gusta ni acepto la manipulación de nadie pero me parece injusto que en estas elecciones se haya puesto el ojo del huracán en las personas institucionalizadas. Gracias por su comentario
ResponderEliminarFelicidades por vuestro blog!
ResponderEliminarMuchas gracias. Es muy reconfortante saber que lo que se comparte es leído y si además interesa es un honor.
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