El esfuerzo de adaptar mi centro al nuevo modelo pasa a veces por fases de desánimo, momentos que pienso que soy casi la única convencida que hay que cambiar y que los demás no están tan seguros como yo.
La nueva normativa no puede ser solo papel, burocracia y un título bonito. Las auxiliares de referencia no pueden quedarse en realizar las historias de vida y saber datos que no procesan en la atención. Las familias tienen que implicarse mucho más allá y dejar a un lado lo que a ellos les gustaría para pensar de verdad en lo que es bueno para sus mayores. Es muy fácil decir que lo hacemos bien y darte cuenta de que nos queda muchísimo camino. A menudo navego en Internet para ver lo que los demás hacen, busco ideas, formas de motivar, cualquier cosa que en la práctica me sirva.
Hace unos días vi un vídeo de una organización hablando de la Atención Centrada y lo que ellos realizaban. Confieso que me fue muy útil, no para saber nada nuevo sino para darme cuenta que efectivamente nosotros estamos por delante. En el vídeo había muchas imágenes de auxiliares dando de comer, sirviendo agua, zumos, etc.,¡con guantes puestos! Sinceramente me produjo un rechazo total, ¿cómo una persona puede hablar de atención centrada y tratar a las personas mayores como infectados? Postureo, a eso se le llama postureo.