Hoy he ido a entregar la documentación que me había requerido la Gerencia de Servicios Sociales de nuestra provincia en su inspección anual. Confieso que me he enfurruñado fotocopiando documentos que son iguales que el año pasado e incluso lo he comentado con ellos. Todos los años nos hacen una visita, ven el centro y posteriormente nos piden la documentación que ellos consideran oportuna. Siempre ha sido así, al menos los años que llevo en este Centro. Comento este tema porque no acierto a comprender cómo es posible que hace unos meses se tuviera que cerrar una casa-vivienda en la provincia cuando un familiar denunció irregularidades, y al menos en la prensa, se leyera que no se había inspeccionado en dos años.
Pero si esto no bastara, me causa mayor asombro leer las condiciones en las que estaban los ancianos que allí vivían: residentes durmiendo en sofás, solos por la noche, faltos de higiene, con una avería que impedía tener agua corriente en alguna zona y ocupando el doble de plazas que tenía la casa. Yo me pregunto: ¿Cuánto tiempo han estado en ese estado? ¿no veían esto todos los familiares?, cuando ingresaban ¿no se les enseñaba la habitación y el centro? ¿No iban a visitarlos sus familias?
No he leído nada del precio que se les cobraba por vivir en esas condiciones pero puedo sospechar que debería ser bastante más bajo que en otros centros y que esta pudiera ser la razón de ese silencio por parte de los familiares. ¿No se preguntó nadie, si era más barato, cuál era la razón? ¿o es más cómodo y barato cerrar los ojos? La fiscalía ha actuado pero no solo debería hacerlo contra los responsables del centro, sino contra los familiares que han permitido que sus mayores estén allí.
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