Funcionamiento y reflexiones sobre la vida diaria de una residencia para personas mayores.
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domingo, 2 de febrero de 2014
Mi habitación, mi casa
Mañana ingresa una residente nueva y tengo que confesar que tengo un sentimiento muy agradable. Quizá ya hemos dado un paso en aplicar la atención centrada en la persona. Es una señora que ha entrado en un proceso de deterioro mental y su única hija se ha tenido que plantear este paso. Hemos tenido varias conversaciones, el paso no es fácil, los sentimientos son contradictorios, hay tristeza y lo entiendo perfectamente. Hace unos años tuve que tomar yo esa decisión con mi padre y el día que le dejé en la residencia fue muy muy triste y duro, tenía la sensación de haber dejado a un niño en un internado, al poco tiempo me di cuenta que con esa decisión mi padre había ganado calidad en mi atención hacía él. Ya no tenía que ocuparme de su cuidado diario, iba a verle y en esos ratos no tenía otra cosa que hacer que darle cariño, lo demás lo tenía en la Residencia. Me gusta contar eso a los familiares cuando les veo pasar por lo que yo ya pasé, les entiendo y me pongo en su lugar. En las conversaciones que hemos tenido nos preguntó si podía traer cosas suyas, por supuesto le contestamos que no solo podía hacerlo sino que era lo más aconsejable. Nos habló de que quería traer su nórdico, su almohada y varias cosas. Ayer ya fue al Centro a llevar esas cosas para la habitación de su madre. Me dijo que quería que cuando entrase tuviera sus propias pertenencias y no viera una estancia fría e impersonal. Me gustó esa actitud. Cuando se marchó observé la habitación y efectivamente ya tenía dueña. Tenía ropa en el armario, fotos en la mesa, en la pared, un cuadro, su colonia en el baño, en definitiva no era la habitación número 20, era la habitación de una persona concreta.
Mañana ingresará y lo hará sintiendo desde el principio que esa habitación es suya .
Con frecuencia hay habitaciones que no tienen identidad. Es verdad que poco a poco la situación va cambiando. En octubre ingresó otra señora que ha hecho de su habitación su pequeño cuarto de estar coqueto, es muy agradable visitarla, sentarse con ella, uno tiene la sensación de ir por el pasillo y entrar en casa de alguien, no en una habitación que para distinguirla de la siguiente tienes que fijarte en el número. Vamos avanzando.
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¿Cómo ha sido el primer día?
ResponderEliminarSu primer día ha sido tranquilo tal como esperábamos. Hemos ido a que saliera de la habitación suponemos que allí se siente segura con sus cosas. De todos modos en los comienzos tenemos que tener mucha paciencia, es un proceso de adaptación mutuo, ella a nosotros y nosotros a ella, pero creemos que todo va a ir bien.
ResponderEliminarEs un paso muy duro tomar esa decisión, pero el buen razonamiento es precisamente el que tú haces. Lo que necesitan es un lugar en el que están bien atendidos todo el día. Mi madre entró hace un mes en una residencia de Navalcarnero, del doctor López Malla, la decisión fue dura como digo pero hemos ganado todos en calidad de vida. http://www.centros-geriatricos-doctor-lopez-malla.com/index.html/
ResponderEliminarEs muy importante la comunicación que en muchos casos no es posible por la rapidez del ingreso. Con frecuencia hay personas mayores que entran en las residencias directamente de los hospitales, los familiares llaman, preguntan precio y algunas pequeñas dudas y deciden. En esos casos no ha habido una reflexión serena, pero cuando se hace sin prisas y con comunicación todos nos sentimos más satisfechos y lo que es primordial es que la persona mayor entre de alguna manera más convencida, sintiendo que elige ella.
ResponderEliminarEl trabajo que desarrollan las profesionales en residencias geriátricas es impresionante. Me encanta leer este blog.
ResponderEliminarEl personal de atención directa tiene una misión primordial y fundamental. Muchas veces menosprecia ese mismo personal su labor. Desde mi punto de vista son el eje básico para que los demás profesionales giremos en torno a él. Si no funcionan, mal funcionamos los demás. Gracias Josep por tus comentarios
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