Qué pena de tiempo, me parece que cada día tengo menos. Tengo un montón de temas para comentar pero cuando al fin encuentro el momento adecuado no sé por cuál empezar.
Hoy le leído una reflexión de Josep de Martí
sobre las habitaciones en los nuevos decretos de funcionamiento de los centros, estrenados y por estrenar.
Ya he hablado de esto alguna vez. Una de las cosas que se plantea el artículo es que si las personas exigieran habitaciones individuales no haría falta normativizar, sería la propia ley de demanda y oferta la que lo implantase. Esto no es del todo así. He visto a algunas personas mayores querer habitaciones individuales y no tenerlas por una cuestión económica, bien por decisión propia, o ayudada por la decisión de su familia que vende las bondades de tener compañía y ahorrarse unos euros. Yo plantearía otra solución, pongamos el mismo precio a las individuales y a las dobles y demos a elegir. No habría prácticamente nadie que optara libremente por la habitación compartida.
Pero hay otra razón que convence más, póngase cada lector en el papel de tener que ingresar en un centro y que lo tuviera que hacer compartiendo su espacio más íntimo con un perfecto desconocido que va a roncar o a protestar por nuestros ronquidos, que va a madrugar o a protestar porque nosotros nos levantamos demasiado pronto. Que va a tener la habitación siempre llena de familiares o que no soporta que los nuestros estén en su espacio. Le gusta ver el futbol en su habitación o en el mejor de los casos no soporta a nuestro equipo. Nuestro compañero es un maniático del orden o un desordenado incorregible, ¿sigo? Les aseguro que todos estos ejemplos los vivo a diario.
En cuanto al tamaño si me preguntaran dónde quiero yo, en estos momentos quiero en Castilla y León con sus 19 metros cuadrados. Soy una profesional que tiene que tiene que ver todos los días habitaciones, a todas luces pequeñas tanto para la personas que viven en ellas y digo VIVEN, con todas las letras, como para las personas que tienen que ayudarlas en sus necesidades más básicas, obviamente no soy inversor.
En cuanto al tema de los precios de los conciertos es una guerra que no me afecta de lleno pero es verdad que hay que subirlos y ser realistas. Atendiendo a los principios empresariales no es lo mismo vender una plaza que 15, es lógico que ese precio esté ligeramente rebajado con respecto a otras plazas privadas. Otra solución es la no concertación de plazas, actuar con la prestación vinculada aumentándola lo que sea justo y preciso, eso permitiría también elegir de manera totalmente libre el centro donde quiero estar.
Dejaré para otro momento las sensaciones que me deja el enfado de fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales por no incluir su puesto como obligatorio en el nuevo decreto de autorización y funcionamiento de los centros de carácter social para la atención a las personas mayores en Castilla y León.
Haré un pequeño apunte. Soy directora de un centro donde la función y el trabajo que realizan las personas que ocupan esos puestos es imprescindible. Habrá que preguntarles a otros profesionales si hacen su trabajo de forma rutinaria, dicho de otro modo ¿es fácil sustituir el trabajo que realizan hoy, se notaría su ausencia?. Ahí lo dejo.
Funcionamiento y reflexiones sobre la vida diaria de una residencia para personas mayores.
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jueves, 19 de octubre de 2017
martes, 16 de mayo de 2017
De la aplicación de la Atención Centrada, las gallinas y otras cuestiones
Efectivamente como yo sospechaba o las gallinas son autosuficientes o inventamos un nuevo puesto de trabajo para cuidar de ellas. Hace dos años pusimos un pequeño gallinero con cuatro gallinas. Quise comprobar el resultado de este tipo de iniciativas de primera mano. A día de hoy nos queda solo una y como era de esperar se cuida con la buena disposición de la terapeuta ocupacional y de un par de auxiliares, el resto del personal no quiere saber nada. Por un lado creen estar en la certeza que la gallina no aporta nada a las personas que aquí viven y por otra, “no es su función”. Puedo entender alguno de sus razonamientos. Las personas mayores no mantienen un interés continuo ni estable sobre una actividad, hay que ir cambiando continuamente y la gallina eso no lo entiende. En cuanto a los cometidos de las auxiliares, el personal no acaba de asumir que siempre estarán en función de la demanda particular de cada persona a la que atienden. Es curioso ver que a una parte de ellas les gusta más trabajar en base a protocolos rígidos y uniformes que aplicando la ACP, que en la mayoría de los casos no es más que la racionalización de los cuidados.
Leo con mucha frecuencia a Josep de Martí y sus viajes gero-asistenciales, me encantaría ir a alguno de ellos, hace poco repasé uno que hicieron a Holanda y no acabo de visualizar esa realidad en mi entorno y mira que le pongo empeño.
Aquí en Castilla y León seguimos un tanto en stand by, o dicho en castellano, en parada técnica. Hay muchos profesionales como yo que no damos paso atrás e intentamos seguir adelante con el nuevo Modelo, con muchas dificultades. Otros celebran que el decreto se haya paralizado, eso sí, en público no lo manifiestan, en el fondo saben que el modelo que hemos seguido tiene los días contados, pero mientras, siguen atendiendo cómodamente. No podemos obviar que aplicar la ACP significa un gran esfuerzo, significa dar voz y voto a quien antes era un mero receptor de lo que nosotros decidíamos darle.
En mis vacaciones y fines de semana viajo con caravana y tengo un grupo de amigos de muchas partes de España afines a esta forma de ocio. Tenemos nuestro grupo de WhatsApp que nos sirve para mucho más que hablar de cosas triviales. Nuestro último debate ha sido precisamente el derecho de las personas a saber o no su situación clínica. Un día comenté que me gustaría tener el dinero suficiente para construir un camping adaptado a personas mayores, donde pudiéramos seguir practicando nuestra afición e incluso vivir en él. ¡Tengo ya reservas! ¡Les he pedido que pongan velas o hagan rogativas a ver si me toca una buena primitiva!
Tiene que llegar un tiempo donde la persona mayor (el cliente) decida libremente el centro o recurso en el que quiere estar en base a tener en cuenta parámetros de calidad de vida. Servicios donde le ofrezcan potenciar sus capacidades, sus habilidades, y cómo no, sus formas de ocio, no valdrá atender solamente a sus patologías y déficits.
Leo con mucha frecuencia a Josep de Martí y sus viajes gero-asistenciales, me encantaría ir a alguno de ellos, hace poco repasé uno que hicieron a Holanda y no acabo de visualizar esa realidad en mi entorno y mira que le pongo empeño.
Aquí en Castilla y León seguimos un tanto en stand by, o dicho en castellano, en parada técnica. Hay muchos profesionales como yo que no damos paso atrás e intentamos seguir adelante con el nuevo Modelo, con muchas dificultades. Otros celebran que el decreto se haya paralizado, eso sí, en público no lo manifiestan, en el fondo saben que el modelo que hemos seguido tiene los días contados, pero mientras, siguen atendiendo cómodamente. No podemos obviar que aplicar la ACP significa un gran esfuerzo, significa dar voz y voto a quien antes era un mero receptor de lo que nosotros decidíamos darle.
En mis vacaciones y fines de semana viajo con caravana y tengo un grupo de amigos de muchas partes de España afines a esta forma de ocio. Tenemos nuestro grupo de WhatsApp que nos sirve para mucho más que hablar de cosas triviales. Nuestro último debate ha sido precisamente el derecho de las personas a saber o no su situación clínica. Un día comenté que me gustaría tener el dinero suficiente para construir un camping adaptado a personas mayores, donde pudiéramos seguir practicando nuestra afición e incluso vivir en él. ¡Tengo ya reservas! ¡Les he pedido que pongan velas o hagan rogativas a ver si me toca una buena primitiva!
Tiene que llegar un tiempo donde la persona mayor (el cliente) decida libremente el centro o recurso en el que quiere estar en base a tener en cuenta parámetros de calidad de vida. Servicios donde le ofrezcan potenciar sus capacidades, sus habilidades, y cómo no, sus formas de ocio, no valdrá atender solamente a sus patologías y déficits.
sábado, 4 de febrero de 2017
Anulación del Decreto 2/2016 de autorización y funcionamiento de los centros de carácter social para la atención de las personas mayores de Castilla y León
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha declarado nulo de pleno derecho el Decreto 2/2016 de autorización y funcionamiento de los centros de carácter social para la atención de las personas mayores en esta Comunidad publicado en el BOCyL de 5 de febrero de 2016.
Una de las razones alude a una «defectuosa calidad normativa al carecer de la imprescindible memoria económica». Por otra parte se señala que determinados preceptos adolecen de indefinición frente a la pormenorizada regulación contenida en el Decreto 14/2001 -al que deroga el impugnado- sobre personal mínimo, personal técnico, número máximo de personas que podrán ser atendidas por cada profesional...etc. Todo ello pese a tener un Informe previo elaborado por el Consejo Económico y Social de Castilla y León con fecha de 15 de julio de 2015, y estar recogido en dicho informe objeciones como las aludidas para su anulación, al parecer no resueltas.
Es una mala noticia, no porque yo considere que el decreto fuera bueno, muy al contrario estoy de acuerdo en muchas de esas objeciones. Sin embargo entiendo que es un paso atrás para avanzar en un nuevo modelo de atención. Yo lo digo claramente, no me gustaría ser atendida como atendemos de forma tradicional. Yo no quiero vivir en un Centro con régimen hospitalario, donde prevalecen las cuestiones de salud como referentes para la organización, y donde mi principio de autodeterminación está condicionado desde el minuto uno. Yo quiero que el personal de atención directa sea un personal formado y que sea mi principal referente, no quiero que ese personal trabaje de forma mecánica y protocolarizada. Quiero que el resto de profesionales me atiendan en lo que precise pero proporcionándome los apoyos necesarios para poder mantener mi independencia.
El decreto se aprobó hace un año y es cierto que tendrían que haberse ya regulado puntos tan importantes como las exigencias de personal de medicina y enfermería y haber pormenorizado por ejemplo la composición y titulación específica de los equipos técnicos, entre otras cosas. Muchos centros se han quedado con cosas tan anecdóticas como que con el nuevo modelo los residentes iban a elegir a qué hora se levantaban, que ya no hacía falta tener médico ni enfermera, etc., no puedo culparles. A pesar de que la consejera de familia Alicia García, haya declarado que el decreto fue consensuado con las entidades privadas del sector y aprobado por la sección de mayores del Consejo de Servicios Sociales de Castilla y León, lo cierto es que las entidades nunca estuvieron de acuerdo de forma individual con el decreto aunque no era políticamente correcto manifestarlo. Nunca tuvieron información profesional exhausta, ni se molestaron en obtenerla, sobre el Modelo de Atención en el que se basaba el Decreto. Muchos profesionales, familias, y por qué no decirlo algunas personas mayores están de acuerdo con que las cuestiones sanitarias prevalezcan en la atención social.
Habrá que esperar a los próximos días para aclarar la situación, no olvidemos que hay otro decreto ligado al anulado: el DECRETO 3/2016, de 4 de febrero, por el que se regula la acreditación de centros y unidades de convivencia para la atención a personas mayores en Castilla y León., que sigue en vigor.
Una de las razones alude a una «defectuosa calidad normativa al carecer de la imprescindible memoria económica». Por otra parte se señala que determinados preceptos adolecen de indefinición frente a la pormenorizada regulación contenida en el Decreto 14/2001 -al que deroga el impugnado- sobre personal mínimo, personal técnico, número máximo de personas que podrán ser atendidas por cada profesional...etc. Todo ello pese a tener un Informe previo elaborado por el Consejo Económico y Social de Castilla y León con fecha de 15 de julio de 2015, y estar recogido en dicho informe objeciones como las aludidas para su anulación, al parecer no resueltas.
Es una mala noticia, no porque yo considere que el decreto fuera bueno, muy al contrario estoy de acuerdo en muchas de esas objeciones. Sin embargo entiendo que es un paso atrás para avanzar en un nuevo modelo de atención. Yo lo digo claramente, no me gustaría ser atendida como atendemos de forma tradicional. Yo no quiero vivir en un Centro con régimen hospitalario, donde prevalecen las cuestiones de salud como referentes para la organización, y donde mi principio de autodeterminación está condicionado desde el minuto uno. Yo quiero que el personal de atención directa sea un personal formado y que sea mi principal referente, no quiero que ese personal trabaje de forma mecánica y protocolarizada. Quiero que el resto de profesionales me atiendan en lo que precise pero proporcionándome los apoyos necesarios para poder mantener mi independencia.
El decreto se aprobó hace un año y es cierto que tendrían que haberse ya regulado puntos tan importantes como las exigencias de personal de medicina y enfermería y haber pormenorizado por ejemplo la composición y titulación específica de los equipos técnicos, entre otras cosas. Muchos centros se han quedado con cosas tan anecdóticas como que con el nuevo modelo los residentes iban a elegir a qué hora se levantaban, que ya no hacía falta tener médico ni enfermera, etc., no puedo culparles. A pesar de que la consejera de familia Alicia García, haya declarado que el decreto fue consensuado con las entidades privadas del sector y aprobado por la sección de mayores del Consejo de Servicios Sociales de Castilla y León, lo cierto es que las entidades nunca estuvieron de acuerdo de forma individual con el decreto aunque no era políticamente correcto manifestarlo. Nunca tuvieron información profesional exhausta, ni se molestaron en obtenerla, sobre el Modelo de Atención en el que se basaba el Decreto. Muchos profesionales, familias, y por qué no decirlo algunas personas mayores están de acuerdo con que las cuestiones sanitarias prevalezcan en la atención social.
Habrá que esperar a los próximos días para aclarar la situación, no olvidemos que hay otro decreto ligado al anulado: el DECRETO 3/2016, de 4 de febrero, por el que se regula la acreditación de centros y unidades de convivencia para la atención a personas mayores en Castilla y León., que sigue en vigor.
jueves, 19 de enero de 2017
El postureo en la Atención Centrada en la Persona
El esfuerzo de adaptar mi centro al nuevo modelo pasa a veces por fases de desánimo, momentos que pienso que soy casi la única convencida que hay que cambiar y que los demás no están tan seguros como yo.
La nueva normativa no puede ser solo papel, burocracia y un título bonito. Las auxiliares de referencia no pueden quedarse en realizar las historias de vida y saber datos que no procesan en la atención. Las familias tienen que implicarse mucho más allá y dejar a un lado lo que a ellos les gustaría para pensar de verdad en lo que es bueno para sus mayores. Es muy fácil decir que lo hacemos bien y darte cuenta de que nos queda muchísimo camino. A menudo navego en Internet para ver lo que los demás hacen, busco ideas, formas de motivar, cualquier cosa que en la práctica me sirva.
Hace unos días vi un vídeo de una organización hablando de la Atención Centrada y lo que ellos realizaban. Confieso que me fue muy útil, no para saber nada nuevo sino para darme cuenta que efectivamente nosotros estamos por delante. En el vídeo había muchas imágenes de auxiliares dando de comer, sirviendo agua, zumos, etc.,¡con guantes puestos! Sinceramente me produjo un rechazo total, ¿cómo una persona puede hablar de atención centrada y tratar a las personas mayores como infectados? Postureo, a eso se le llama postureo.
La nueva normativa no puede ser solo papel, burocracia y un título bonito. Las auxiliares de referencia no pueden quedarse en realizar las historias de vida y saber datos que no procesan en la atención. Las familias tienen que implicarse mucho más allá y dejar a un lado lo que a ellos les gustaría para pensar de verdad en lo que es bueno para sus mayores. Es muy fácil decir que lo hacemos bien y darte cuenta de que nos queda muchísimo camino. A menudo navego en Internet para ver lo que los demás hacen, busco ideas, formas de motivar, cualquier cosa que en la práctica me sirva.
Hace unos días vi un vídeo de una organización hablando de la Atención Centrada y lo que ellos realizaban. Confieso que me fue muy útil, no para saber nada nuevo sino para darme cuenta que efectivamente nosotros estamos por delante. En el vídeo había muchas imágenes de auxiliares dando de comer, sirviendo agua, zumos, etc.,¡con guantes puestos! Sinceramente me produjo un rechazo total, ¿cómo una persona puede hablar de atención centrada y tratar a las personas mayores como infectados? Postureo, a eso se le llama postureo.
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